✍️ Por José Romani
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Sistema Sensorial: ¿Qué es y cómo funciona?
Déjame contarte algo fascinante: en este momento, mientras lees estas palabras, tu cuerpo está procesando miles de estímulos simultáneamente. El sistema sensorial es ese increíble conjunto de órganos que trabajan sin descanso para mantenerte conectado con el mundo.
Imagina que tu cuerpo es como una estación de radio sofisticada. Los receptores sensoriales son las antenas que captan diferentes "señales" (estímulos), las convierten en impulsos eléctricos (impulsos nerviosos), y los envían al "centro de control" (sistema nervioso central) donde se interpretan y generan respuestas apropiadas.
Los Tres Elementos Fundamentales del Sistema Sensorial
Te voy a explicar cómo funciona este sistema con tres componentes clave. Es como una cadena de producción perfectamente coordinada:
1. El Receptor Sensorial: Tu Traductor Personal
El receptor sensorial es la estructura que capta un estímulo y lo transforma en impulso nervioso. Por eso lo considero el verdadero transductor del sistema sensorial. ¿Qué significa esto? Que funciona como un traductor que convierte diferentes tipos de energía (mecánica, térmica, química) en el único lenguaje que entiende tu cerebro: impulsos eléctricos.
2. La Vía Nerviosa Aferente: La Autopista de Información
Una vez que el receptor captó y tradujo el estímulo, necesitamos transportar esa información. Aquí entra la vía nerviosa aferente, que se encarga de conducir el impulso nervioso desde el receptor hasta el sistema nervioso central. Es como una autopista de información que viaja a velocidades increíbles por tu cuerpo.
3. El Centro Nervioso: Donde Todo Cobra Sentido
Finalmente, llegamos al centro nervioso, una región del sistema nervioso central donde ocurre la magia: la transducción del impulso nervioso en sensación. Aquí es donde realmente "sientes" lo que está pasando.
Receptores Sensoriales: Los Transductores del Cuerpo
Ahora déjame explicarte en profundidad qué son exactamente estos receptores sensoriales. Son células nerviosas, terminaciones nerviosas o células especializadas que tienen una misión crucial: captar estímulos que proporcionan información sobre lo que está pasando tanto fuera como dentro de tu cuerpo.
¿Por qué son tan importantes?
Imagina que no tuvieras receptores para el dolor. Un apéndice inflamado podría romperse sin dar señales de alarma porque simplemente no lo sentirías. El dolor, aunque desagradable, es un sistema de alarma indispensable que te protege. Y todo gracias a estos receptores que informan constantemente a tu sistema nervioso central.
Las Cuatro Características Clave de los Receptores
1. Especificidad: Cada Receptor tiene su Especialidad
Los receptores son como especialistas médicos. Cada uno está adaptado para responder a un tipo particular de estímulo y es mucho más sensible a ese estímulo que a otros. Los receptores de presión responden a la presión, los de temperatura al calor o frío, y así sucesivamente.
2. Adaptación: El Arte de Acostumbrarse
Esta característica es fascinante. La adaptación consiste en la disminución de la generación de impulsos cuando el estímulo se mantiene por tiempo prolongado. ¿Notas cómo al ponerte ropa nueva inicialmente sientes la textura, pero después de unos minutos ya no la percibes? Eso es adaptación.
Existen receptores de adaptación rápida (presión, tacto, olfato) y de adaptación lenta (dolor, posición corporal, composición química de la sangre).
3. Codificación: La Intensidad Importa
La codificación es el sistema que usa tu cuerpo para comunicar qué tan fuerte es un estímulo. Si hay mayor intensidad, el receptor envía mayor número de impulsos por unidad de tiempo. Es como el volumen de una radio: más impulsos = señal más intensa.
4. Transducción: La Transformación de Energía
Ya te mencioné esto antes, pero es tan importante que vale la pena profundizar. La transducción es la capacidad del receptor para transformar diferentes tipos de energía (mecánica, térmica, electromagnética, química) en energía eléctrica (potenciales de acción). Es literalmente magia biológica.
Clasificación de los Receptores: Entendiendo la Diversidad Sensorial
Según su Localización
Exteroceptores: Tus Ventanas al Mundo Exterior
Los exteroceptores son aquellos que reciben estímulos del medio externo. Se localizan cerca de la superficie del cuerpo e intervienen en la visión, audición, olfato, tacto, presión, temperatura y dolor.
Visceroceptores (Interoceptores): Los Guardianes Internos
Los visceroceptores reciben estímulos del medio interno. Se localizan en vasos sanguíneos y vísceras, captando sensaciones como hambre, sed, náusea, presión arterial y concentración de gases en la sangre.
Propioceptores: Tu GPS Corporal
Los propioceptores reciben información acerca de la posición y movimientos corporales. Se localizan en músculos, tendones, articulaciones y oído interno. Son los que te permiten saber dónde está tu mano sin tener que mirarla.
Según el Tipo de Estímulo
Mecanorreceptores
Los mecanorreceptores detectan la deformación física. Captan presión, tacto, estiramiento y vibración. Ejemplos incluyen los husos musculares, receptores tendinosos y articulares.
Termorreceptores
Los termorreceptores reciben estímulos de variaciones de temperatura, captando tanto frío como calor.
Nociceptores: Las Alarmas del Dolor
Los nociceptores captan estímulos de daño tisular, físico o químico, traduciéndose en dolor. Un ejemplo son las terminaciones nerviosas libres.
Fotorreceptores
Los fotorreceptores son receptores electromagnéticos que captan la luz. Los conos y bastones de la retina son ejemplos perfectos.
Quimiorreceptores
Los quimiorreceptores detectan sustancias químicas: sabores en la boca, aromas en la nariz y sustancias como O₂, CO₂, H₂O y glucosa en líquidos corporales.
Según su Estructura
Receptores Simples
Son receptores numerosos y diseminados, relacionados con las sensaciones generales (cutáneas, viscerales y propioceptivas).
Receptores Complejos
Son receptores que solo se encuentran en áreas específicas del cuerpo, relacionados con las sensaciones especiales (olfatorias, gustativas, visuales, auditivas).
¿Qué es una Sensación?
Una sensación es la percepción del estado corporal y del medio ambiente que resulta de la traducción de los impulsos nerviosos en la corteza cerebral. La percepción es el proceso mental por el que reconoces conscientemente un estímulo.
Características de las Sensaciones
Proyección
La proyección se refiere a la localización de la sensación en el punto donde ocurrió el estímulo. Es lo que te permite saber exactamente dónde te picó ese mosquito.
Modalidad
Cada sensación tiene una característica propia que la diferencia de otra. El dolor es diferente del calor, el tacto es diferente de la presión.
Post-imágenes
Algunas sensaciones persisten después de desaparecer el estímulo. Este fenómeno es lo inverso de la adaptación. ¿Has notado cómo después de mirar una luz brillante sigues viendo su forma por unos segundos?
Clasificación de las Sensaciones
Las sensaciones se dividen en: generales (cutáneas, viscerales y propioceptivas) y especiales (olfato, gusto, visión, audición y equilibrio).
Sensaciones Cutáneas: Tu Primera Línea de Contacto
Las sensaciones cutáneas incluyen las táctiles (tacto, presión, vibración), térmicas (frío y calor) y de dolor. Los receptores se localizan en la piel, tejido conectivo y extremos del aparato digestivo.
Sensaciones Táctiles
Tacto
El tacto es fascinante porque existe en dos niveles. El tacto fino o discriminativo te permite reconocer exactamente el sitio de tu cuerpo donde se originó el estímulo. Puedes identificar la forma, tamaño y textura del objeto.
El tacto burdo solo te dice que algo tocó tu piel, pero no puedes determinar con exactitud la localización, forma o textura.
Los receptores táctiles incluyen: terminaciones nerviosas libres, discos de Merkel, corpúsculos de Meissner, plexos peritriquiales y corpúsculos de Ruffini.
Presión
Las sensaciones de presión resultan de la estimulación de receptores en tejidos profundos. Son de mayor duración y menos variables que las táctiles. Los receptores incluyen: terminaciones nerviosas libres, corpúsculos de Ruffini y corpúsculos de Pacini.
Estos se localizan en tejido subcutáneo, tejidos bajo las mucosas, membranas serosas, articulaciones, tendones, glándulas mamarias, genitales externos y algunas vísceras.
Sensaciones Térmicas
Los termorreceptores que captan frío y calor son terminaciones nerviosas libres, más numerosas en manos y cara que en cualquier otra parte.
Los receptores del calor descargan impulsos entre 20°C y 45°C, mientras que los receptores del frío lo hacen entre 10°C y 41°C.
Sensaciones de Dolor
Los receptores del dolor se llaman nociceptores, que son terminaciones ramificantes de las dendritas de ciertas neuronas sensoriales. Están presentes en casi todos los tejidos y responden a cualquier tipo de estímulo.
El Dolor Fantasma
Los pacientes con extremidades amputadas a veces experimentan dolor fantasma: sienten prurito, presión, hormigueo o dolor en la extremidad como si todavía estuviera ahí. Esto sucede porque la porción proximal restante de los nervios sensitivos sigue emitiendo impulsos.
El dolor se divide en dos tipos:
- Dolor somático: Resulta de la estimulación de receptores de la piel (superficial) o de músculos esqueléticos, articulaciones, tendones y fascias (profundo).
- Dolor visceral: Proviene de la estimulación de receptores de las vísceras.
Los analgésicos (medicamentos como aspirina, paracetamol o ibuprofeno) bloquean la transmisión de impulsos nerviosos en la sinapsis, inhibiendo la formación de prostaglandinas que estimulan los receptores.
Sensaciones Viscerales: Los Mensajes del Interior
Las sensaciones viscerales incluyen sensaciones de repleción, vacuidad, dolor, presión arterial, volumen sanguíneo y concentración de sustancias químicas en el plasma.
Sus receptores son terminaciones nerviosas libres que funcionan como mecanorreceptores y quimiorreceptores. Se localizan en vísceras huecas como vejiga, estómago, intestinos, útero y vasos sanguíneos.
Sensaciones Propioceptivas: Tu Sexto Sentido
Las sensaciones propioceptivas son las sensaciones conscientes de movimientos de músculos, tendones y articulaciones, así como del equilibrio. Te informan sobre el grado de contracción muscular, tensión en tendones, cambios de posición articular y orientación de la cabeza.
Husos Musculares: Los Sensores de Longitud
Un huso muscular es un conjunto de fibras musculares especializadas que se entremezclan con las fibras esqueléticas habituales. Su función es enviar información sobre la longitud muscular o la velocidad a que cambia.
Está formado por 3 a 10 fibras musculares intrafusales (especializadas), rodeadas por fibras musculares extrafusales (habituales).
Órganos Tendinosos de Golgi: Los Monitores de Fuerza
Los órganos tendinosos se localizan en la unión entre tendones y músculos. Su función es monitorear la fuerza de contracción muscular y proteger tendones y músculos de lesiones por tensión excesiva.
La diferencia clave es: los husos musculares detectan la longitud del músculo y sus cambios, mientras que los órganos tendinosos detectan el grado de tensión.
Receptores Cinestésicos Articulares
Se encuentran dentro o alrededor de las cápsulas articulares de las articulaciones sinoviales. Los que están dentro son similares a los órganos terminales de Ruffini y responden a presión. Los que rodean las cápsulas son corpúsculos laminares que responden a aceleración y desaceleración del movimiento articular.
El Sentido del Olfato: Química y Memoria
El olfato es un sentido químico que surge de la interacción entre moléculas y los receptores olfatorios. Es el sentido menos conocido y desarrollado en humanos, a diferencia de animales como los perros.
Mucosa Olfatoria: El Laboratorio Químico
La mucosa olfatoria se localiza en la parte superior de las fosas nasales, con un área aproximada de 5 cm². Está constituida por epitelio olfatorio y lámina propia.
El epitelio olfatorio contiene tres tipos de células:
- Células basales: Pequeñas, dan origen a nuevas células sustentaculares.
- Células sustentaculares: Cilíndricas con microvellosidades que se sumergen en la capa de mucus.
- Células olfatorias: Neuronas bipolares con 6-8 cilios que funcionan como receptores.
Las glándulas de Bowman en la lámina propia elaboran mucus que humedece el epitelio y disuelve sustancias aromáticas.
Bulbo Olfatorio: El Centro de Procesamiento
En el bulbo olfatorio, los axones de los receptores terminan en las células mitrales formando glomérulos olfatorios. Aproximadamente 26,000 axones convergen en cada glomérulo.
Las células mitrales se proyectan a la corteza olfatoria, que incluye estructuras del sistema límbico relacionadas con emociones y memoria.
Vía Olfatoria
Los axones de las células olfatorias (I par craneal) atraviesan la lámina cribosa del hueso etmoides, llegan al bulbo olfatorio, hacen sinapsis con células mitrales cuyos axones forman la cintilla olfatoria, para terminar en la corteza olfatoria del lóbulo temporal.
Se describen tres áreas olfatorias cerebrales: lateral, intermedia y medial.
Fisiología Olfatoria
La olfación se produce cuando los cilios de las neuronas olfatorias reaccionan químicamente con partículas odoríferas disueltas en el moco. Esta reacción genera impulsos nerviosos que llegan a la corteza cerebral.
Para que una sustancia química estimule los cilios de las células olfatorias, necesita cumplir tres condiciones:
- Volatilidad: Para penetrar por las fosas nasales.
- Solubilidad en agua: Para atravesar la capa de moco.
- Solubilidad en lípidos: Para atravesar la membrana de los cilios olfatorios.
El Olfato y su Relación con el Sexo y la Memoria
Existe una relación íntima entre el olor y las funciones sexuales en muchas especies de animales. El uso de perfumes da amplia evidencia de que una relación semejante existe en la especie humana.
Dato curioso: El sentido del olfato es generalmente más agudo en las mujeres que en los varones, y lo es más aún en el período de ovulación.
El olfato, y en menor medida el gusto, presentan la característica única de desencadenar memorias a largo plazo. Un aroma particular puede transportarte instantáneamente a un recuerdo de tu infancia.
El Olfateo: Aumentando la Percepción
La porción de la cavidad nasal que contiene los receptores olfativos está precariamente ventilada. En condiciones normales, gran parte del aire pasa suavemente sobre los cornetes nasales, pero se forman remolinos que llegan a la mucosa olfatoria.
La cantidad de aire que alcanza la región olfatoria aumenta mucho por el acto de olfatear, que implica la contracción de la parte inferior de las alas de la nariz sobre el tabique nasal, forzando la corriente de aire hacia arriba. El olfato es una respuesta semirrefleja que ocurre cuando la atención es atraída por un olor nuevo.
Adaptación Olfatoria
Es de conocimiento común que cuando estás expuesto continuamente, aun al olor más desagradable, la percepción de este decrece hasta desaparecer. Este fenómeno se debe a la adaptación relativamente rápida que presenta el sistema olfatorio.
Esta adaptación es específica para el olor particular que estás sintiendo, ya que el umbral para otros olores no cambia. Es un mecanismo que a veces resulta benéfico, permitiéndote funcionar en ambientes con olores fuertes.
Nota importante sobre catarros: La hiposmia (reducción transitoria de la capacidad olfativa) durante los catarros nasales no se debe a una alteración de los nervios olfativos, sino a la incapacidad de las sustancias aromáticas de llegar a la mucosa olfativa debido al edema de la mucosa en general.
🚀 ¿Quieres Seguir Aprendiendo?
Acabas de dominar el sistema sensorial, sus receptores y las sensaciones generales y olfatorias. Pero esto es solo el comienzo de un viaje fascinante por el cuerpo humano.
En el próximo artículo, exploraremos en profundidad los sentidos especiales restantes: el gusto, la visión, la audición y el equilibrio. Descubrirás cómo funciona tu lengua para detectar sabores, cómo tus ojos convierten la luz en imágenes, y el increíble mecanismo que te mantiene en balance.
📖 Continuar con: Sentidos Especiales - Gusto, Visión, Audición y Equilibrio👉 No te pierdas la segunda parte de esta serie sobre el sistema sensorial
📚 Referencias Bibliográficas
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- Lippert, H. (2019). Anatomía: Texto y atlas (5ª ed.). Marbán Libros. https://www.marban.es
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✍️ Artículo elaborado por José Romani
Especialista en anatomía y fisiología humana